Volver a la página principal
Número 6 - Junio 2003
De aviones, trenes y subtes. Testimonio
Stella Maris Gulian

Sabemos que el jugar es la actividad propia del sujeto infantil, ya que "jugando " el niño podrá apropiarse de los significantes que lo marcaron, debido a que en la infancia el inconsciente no ofrece aún estructura de ficción.

Desde la dependencia real al Otro a la dependencia simbólica, hace falta tiempo. Tiempo que se jugará en las escenas lúdicas que pondrán a distancia el goce que retiene al sujeto en la demanda del Otro.2

La escena lúdica requiere de objetos reales para localizar este goce fuera del cuerpo. Es ella la que da cuenta de un transito tendiente a simbolizar aquello que en la infancia se juega entre lo real y lo imaginario. Por ello decimos que en el juego, lo real es inscripto en un marco simbólico, vistiéndose con imágenes.

Que un niño pueda jugar personajes, supone que el sujeto tiene un cuerpo y lo puede poner en movimiento viéndose en otro lugar en donde él no es. Para que esto ocurra es necesario que el Otro haya podido inscribir el cuerpo del niño como cuerpo pulsional.

Los distintos tiempos de la perdida del objeto marcan distintos tiempos del juego, dado que el objeto real deberá ser simbolizado para recién ser imaginado y recuperado en la escena del mundo.

El analista se ofrecerá de distintos modos según el tiempo del juego: si está detenido, se tratará de reiniciarlo en transferencia; si el niño hace juego, el analista se prestará a que se despliegue acotando goce; pero si el niño no juega, si está en posición de objeto, se tratará de iniciarlo, prestando las primeras letras. La intervención será analítica si en este hacer jugando se inscribe alguna marca.

El psicoanálisis con niños opera a dos puntas: permite al niño correrse del lugar de objeto retenido en el goce del Otro y propicia un cambio en la posición fantasmática del hijo en los padres, ya que el síntoma del hijo se presenta inicialmente velando la propia implicación subjetiva de los padres.

A veces nos consultan por niños "extraños", "no sociables" cuyo jugar es sancionado por el Otro como "raro". Niños de los que no se puede decir que juegan, que se aislan, que no buscan estar con otros ni son buscados. Este es el caso de Ivan.

Ivan tenía 7 años al momento de la consulta, cursaba su primer grado por segunda vez. Quien lo ve "raro" no son los padres sino la maestra, quien dice que no juega con otros niños, que se aísla, que en el patio juega a que es un avión o tal vez crea serlo, ya que sale disparado volando, sin registrar a sus compañeros.

La maestra de la salita de 3 había dicho que no se integraba y que prefería jugar con máquinas, que solía quedarse solo en un rincón girando la cabeza, como si escuchara música. La sugerencia fue consultar en el Tobar.

¿Qué había pasado con Ivan? Todo parecía ir bien hasta que a los 15 meses padece una convulsión que duró dos horas. Los padres no entendían qué pasaba, hasta que llegan a un hospital en donde logran sacarlo en una lucha feroz entre la vida y la muerte. Pasado el peligro la pediatra dice unas palabras que resultaron nefastas para estos padres: "convulsionó mucho tiempo, quedarán secuelas, ya se van a dar cuenta".

Los padres quedarán a la espera de qué será lo que sucederá con él y todo lo leerán como debido a la convulsión sin poder permitirse abrir un lugar a una pregunta. El saber quedó del lado de la pediatra: "habló a los 3 años, será por la convulsión", "se aísla desde la salita de 3, será por la convulsión". Pero sucede que a los 5 meses de dicha convulsión Ivan empieza un jardín maternal de medio día y se niega a comer, encontrando la abuela la solución "graciosa" de hacerlo comer sentado en un lavarropas en movimiento. Sus primeros dibujos fueron de lavarropas.

Los padres se quejan de que el niño se pega a la maestra y no puede separarse, la madre lo lee como pánico a quedarse solo. El padre dice que su hijo ríe fuera de contexto, que les da patadas a sus compañeros, que les escupe, que es agresivo. Ivan no se viste solo ni se baña solo.

Finalmente lo conozco. Ivan habla como un niñito más chico "¿eto qué es?" me preguntaba queriendo reconocer animales y colores. Se entusiasmó con unos pavos reales de los que no había que reírse "porque si te reís, destruyen todo". "Los pavos reales tienen vergüenza porque son medio, medio..." (¿locos?)

¿En qué momento de su constitución subjetiva estaba Ivan? Sus padres frente a la sentencia de la pediatra no se autorizaron a preguntarse nada. El saber quedó del lado del saber médico y el niño cayó prematuramente del campo del Otro. Para sus padres quedó como el "tonto", el "raro", lo que imposibilitaba abrir el juego.

Quisiera puntuar algunos momentos en el tratamiento de Ivan

1- De tirar chiches y atropellar, a jugar: Intento alojarlo dando lugar al juego, permitiendo su despliegue. Es el tiempo en el que Ivan pudo lentamente tolerar separarse del cuerpo de los padres.

Es el tiempo en que descubre los pavos reales y a través de ellos me habla de él: es un pavo, un tonto, se ríen de él, a los pavos los llevarían presos porque molestaban. No considere que fuese el momento de intervenir aún en esta línea sino que apunte a que pudiese permanecer en el consultorio jugando. Un día, luego de dejarle desplegar su juego le digo que no podrá irse aún, que se quedará un rato más jugando como los otros chicos. Hará puchero, dudará en qué hacer, pero acepta. Algo del goce está dispuesto a perder.

Pone en escena la agresividad: todo se destruye, siempre hay un malo que lo hace porque es malo. Vuelan los chiches por el consultorio, todo se desparrama. "Si destruyen todo, no pueden tener amigos. Yo no quiero que se destruyan"- le digo firmemente. Ivan sorprendido mira el desparramo de juguetes. Entiendo que recién en ese momento puede mirarse en eso que hizo y me dice :es que están enojados porque no tienen amigos ni nada, por eso se enojan.

En las entrevistas con los padres intento rastrear las fallas del nombre del padre que caían pesadamente en Ivan.

Del lado del padre había un abuelo (bisabuelo de Ivan) que no había querido reconocer a sus hijos varones, pero sí a las mujeres. El hijo mayor parece que fue expulsado de su casa por haber intentado violar a su hermana. De esto se prohibió hablar. El padre aún se preguntaba qué había sucedido. A Ivan no le cerraban las cuentas ¿cuáles? ¿Las de su árbol genealógico debido a que su padre no podía tramitar su propia historia?

La madre cargaba con una madre temerosa de todo, porque siempre podía suceder algo, pero no se sabía qué. Las palabras de su propia madre retumbaban en las de aquella pediatra con su sentencia sobre Ivan. La madre quedó paralizada e Ivan fue desnarcisizado prematuramente, identificado a la sombra del objeto.

Así lo no tramitado de sus padres caía con peso de plomo sobre el hijo impidiéndole a sus 7 años abrirse a los pequeños a, sus compañeros.

2- Aparece el juego con los trenes: juego que se desplegará durante todo el tiempo de su análisis. Juego que toleraré movida por mi deseo de analista que era lo que me causaba a seguir jugándolo, a pesar de los momentos de terrible aburrimiento.

Primero fue el taller de trenes: había que arreglarlos para que puedan jugar. Así el tren arreglado salía a pasear. ¿No era acaso Ivan ese tren que venía a ver "a la Dra." para que lo arregle?

El se imagina yendo en tren con su padre. El esta charlando con su papá, se los ve desde la ventanilla. Entre los dos manejan el tren. ¿Esbozo de simbolización de la función paterna? ¿no se está inventando un padre que conduce?

A la vuelta de mis vacaciones el padre me comenta que su hijo juega con una vecinita más chica que él a "jueguitos tontos". Insiste en el padre la posición de "pavo" en que lo coloca, que luego virará a si su hijo será maricón por jugar con nenas.

Es el momento en que con Ivan me divierto jugando. La escena se va animando cada vez más. Me mira a los ojos, ríe divertido, ya no tiene esa mira esquiva de los primeros meses. Ya no hay agresividad sino juego.

El nene está en la vía y es atropellado (¡está en la luna! Parece un tonto ¿o será que se hace el tonto?) Ríe divertido y reitera la escena mil veces

(1° dibujo) En sus dibujos sus dibujos la figura es humana está representada por palotes. Se superponen unas a otras sin orden. Hay falla en lo imaginario que es lo que permite la buena forma, porque hay falla en lo simbólico. Lo real no termina de estar reprimido. Sin embargo, el niño juega.

3- Dificultad en la constitución del moi: Como el moi no estaba aún constituido fálicamente, no podía Ivan ubicarse en un linaje, decia: "soy el hijo de..." en su lugar decía frases como: "Yo soy el padre de mi papá". "Yo soy el hermano de mi papá".

A su madre le había preguntado: Mamá ¿vos estás embarazada de Tu papa? Hablaba desde el lugar del Otro.

Con los padres me permito intervenir fuertemente en torno a la convulsión. "¡Todo es debido a la convulsión!!! ¿Si se resfría también? ¡¡Basta de convulsión!" digo firmemente en un intento de que se pudiera perder la cosa. Recuerdo la cara boquiabierta de estos padres que empiezan a pensar que tal vez no sea como ellos pensaban, que a su hijo le pasan otras cosas.

4- Empieza a hacer un mapa de su mundo: Se preocupa por conocer los nombres de las calles más allá de su casa. A medida que esto lo juega en su análisis se va físicamente alejando más de su hogar. Su padre me dirá riendo nervioso que tendrá que agarrarlo para que no se vaya. En ese momento recordé que me había dicho que él no podía manejar un auto debido a que temía se alejase, el auto se descomponga y no poder volver. De hecho él había construido su casa a una cuadra de la de su madre.

¿Podrían estos padres gravemente fobicos ayudar a Ivan al despegue? ¿Y qué de las fallas del nombre del padre que arrastraba en su estructura?

5- A los 2 años de tratamiento aparece en su análisis las preguntas por la muerte: ¿Pablito donde estaba si no había nacido? ¿Y yo y mi hermano?

¿Vos dormís con tu papá?, me pregunta. Yo ayer soñé que vos dormías con tu papá. (Las mamás dormimos con nuestros esposos, no con nuestro papá -digo riendo) Y tu papá? ¿dónde está tu papá? Le cuento que mi papá era muy viejito, viejito y que falleció un día, a lo cual me responde: Yo antes tenía un perro que se murió 3- ¿cómo es irse al cielo? Se rompe la tierra y suben? ¿Dios que está en la cruz estira la mano y los sube? ¿A quién le puedo preguntar? Yo conozco un Dr. que se murió y no lo vi más ¿será que no se puede volver?

Le pregunte a mi mama y me dijo que la tierra se come la piel y que quedan los huesos.

La madre no puede poner velos a lo real. Muestra el horror al desnudo.

(2° dibujo) Dibuja a su familia. Ya la figura humana tiene cuerpo, aunque no hay diferencia sexual alguna.

6- Cada vez se aleja más: La abuela Elena es rusa, me dice. Yo pongo las preguntas, abro el juego ¿dónde quedará Rusia? ¿A qué edad vino? ¿Era chiquita? Él llevará las preguntas a sus padres y me contará. Les pedirá le compren un globo terráqueo para saber.

Se pasa horas en el consultorio armando las diferentes conexiones del subte, coloca de memoria todos los nombres de las calles. Se volvió un experto en el tema. En el barrio le consultan cuando tienen que venir a Capital: "decile a Ivan, él sabe".

(3° y 4° dibujo): subtes

De lo abigarrado del primer dibujo, la bizarría, lo que me hacía pensar que algo no entró en la estructura aún, que la privación no terminó de operar. Todo mezclado, lleno, superpuesto; al otro dibujo hecho un año después.

Entre uno y otro un dibujo de su familia (5° dibujo) que da cuenta de la constitución de su cuerpo. ¿Podemos afirmar que hubo perdida en lo real?

La estructura necesita tiempo y el tiempo de la pubertad no llegó aún.

Sí puedo decir que en el juego reiterado del tren, en las vueltas y vueltas de esa máquina con sus vagones algún goce se gastó, ya que algún reordenamiento hay.

También es cierto que algún lazo social ha hecho, más de lo esperado. El padre me había dicho que se juntan 15 chicos en la calle y juegan. Que en el barrio lo buscan para jugar.

Pero ¿qué va a pasar en la pubertad? ¿será un fóbico o un obsesivo grave producto de su paso por el análisis? No es lo mismo una psicosis infantil, que una psicosis puberal y menos aún una fobia o una neurosis obsesiva. No es lo mismo estar detenido en el primer tiempo lógico: instante de la mirada, que haber podido avanzar al momento de comprender. La gravedad no es la misma y menos aún su destino como sujeto.

Stella Maris Gulian

Cabildo 1505 7° B
4706-3010

Notas

1 Presentado en las Jornadas de Escuela: Actualidad de la interpretación de los sueños. 11 al 13 de Octubre del 2002. Presentado en las 7° Jornadas de Trazo. Octubre del 2002

2 Elsa Coriat: Hacia una formalización del psicoanálisis de niños.

3 La madre me había contado que cuando era chico Ivan fue cuidado por el perro y que así se lo transmitían al niño.

Volver al sumario de Fort-Da 6

Volver a la página principal PsicoMundo - La red psi en internet