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Número 14 - Noviembre 2020
Acerca de los padres, la infancia, el juego
Andrea Goldenberg


Una paciente adulta dice en sesión al recordar su infancia y dichos de su madre : “ella tendrá idea de la herida que pueden causar las palabras”.

Palabras dichas por su otro materno, que  a veces pueden herir, significantes que tocan el cuerpo y que producen efectos. 

 En “La conferencia en Ginebra sobre el síntoma”, Lacan refiere que si el hombre no tuviese lo que se llama un cuerpo “no pensaría y no estaría capturado por la imagen de ese cuerpo”. Clara referencia al  Estadío del espejo, el hombre está capturado por la imagen de su cuerpo y la identificación a la imagen del espejo no es sin la aprobación de la mirada del Otro.

También refiere a la infancia como época en la que se cristalizan en forma decisiva,  los síntomas , se interroga ¿cómo no relacionar este hecho con el modo en que analizamos los sueños y los actos fallidos? ¿Qué son los sueños si no son sueños relatados? Es en su relato que Freud lee su sentido.  ¿Cómo sostener una hipótesis del inconsciente si no se ve que es la manera  que tuvo un sujeto de,si hay sujeto dividido, de estar impregnado por el lenguaje? De este modo los padres modelan al sujeto, “instilan un modo de hablar” y se llevará la marca bajo la cual lo aceptaron los padres.

Tanto hombres como mujeres, vivimos en un parloteo y será en el encuentro entre las palabras y el cuerpo que algo se esboza. ¿De qué podría testimoniar el hombre si no hubiese palabras?
 Freud nos dice  que en el anàlisis de niños confirmamos en objeto vivo, lo que en el análisis de adultos ubicamos en documentos históricos.El padre y la madre reales existen todavía al lado del sujeto en la infancia.. Si vivimos en un “parloteo”, en las entrevistas con los padres tendremos noticia de ese “parloteo” en que el niño vive, nos enteramos acerca del mapa significante , en el que el niño está ubicado.

En sus memorias, tituladas “Linterna mágica”, el cineasta Ingmar Bergman cuenta un recuerdo infantil. De pequeño abundan los castigos impartidos por sus padres tanto a él, como a sus hermanos. Hace mención a uno, que consiste en el encierro  a oscuras en un ropero, siendo  sumamente angustiante para un niño que le teme a la oscuridad. Sin embargo algo sucede que lo rescata . Esconde una linterna que tiene luz roja y verde en un rincón . A partir de allí durante el encierro, saca la linterna , dirige  el cono de luz hacia las paredes e imagina que está en el cine. Ficción lúdica que  posibilita protección, ante el castigo que proviene del otro .. Linterna mágica que ilumina y ampara ante el estrago  de los otros parentales y que deja huella más allá de la infancia. Es conmovedor leer en las memorias  del cineasta , la referencia a esta escena lúdica de antaño: “Cuando yo en la moviola, paso la película cuadro por cuadro siento todavía la vertiginosa sensación de magia de mi infancia: allí en la oscuridad del armario ropero daba yo vueltas lentamente la manivela pasando las imágenes una por una …” 

Juego como pantalla protectora, como apuesta que enmascara el riesgo, invocando a Lacan, en el que Freud encuentra las primeras huellas de la actividad poética.
Ahora bien, la clínica con niños da cuenta que, no todos encuentran una linterna mágica a mano…

Los padres de Nacho consultan, por cierta dificultad del niño para concluir sus tareas escolares. Presumen un “déficit atencional”. 
La madre se queja mucho de él y del agotamiento que le produce esta situación. Agrega que debe contarme algo que sucede muy a menudo y que rechaza: Nacho le miente.

Al interrogarla por esto, dice que le oculta tanto los incompletos de sus cuadernos, como así también las tareas para hacer en casa. “No soporto la mentira”, dice.
El padre no hace nada ante esta situación. Lo que más le importa es mantener tranquila a la mujer, que parece se enfurece bastante. En una entrevista me confiesa que los gritos de ella en el momento de hacer las tareas son tremendos, “se saca , se pone loca, Nacho no se concentra con las tareas y ella grita y grita.” 

Me pregunto ¿cómo concentrarse en lo escolar si del lado del otro provienen gritos atronadores?
En los primeros encuentros Nacho deambula por el consultorio, a veces comenta algo. En alguna ocasión propone jugar a algún juego de mesa. 

 Hasta que comenzamos a jugar a la escondida. En un primer momento somos nosotros quienes nos escondemos por distintos sitios del consultorio. Luego me propone esconder objetos, disfruta  y se divierte cuando no los encuentro.

En otra sesión mientras armamos una torre con maderitas se da el  siguiente diálogo

Nacho- Sabés que el fin de semana fui al Coliseo con mi papá?
Analista : Al Coliseo? ¿Cuál? 
Nacho: Ese que está en Italia. 

Me cuenta algunos detalles del Coliseo.Me presto al juego, me muestro  asombrada y curiosa por el lugar…
Antes de irse, me advierte que es mentira lo de su visita al Coliseo. Dice riendo: - Te lo creíste!  Me divierte engañarte!
Tal como mencioné al comienzo de este escrito , la mirada del Otro arma cuerpo arma el espejo. Sabemos que en un momento de la constituciòn subjetiva el Otro es para el niño omnividente.Hasta que el niño descubre la mirada barrada del Otro, por tanto, puede ocultarse ante esa mirada,  ocultar algún pensamiento.

Invoquemos   al hombre de las Ratas, quien al recordar su infancia manifiesta su preocupación por la morbosa idea de que sus padres conocían sus más íntimos pensamientos .

Volviendo a Nacho y a su  madre que no soporta que la engañen,  por tanto que algo quede por fuera de su mirada, jugar a las escondidas posibilita que se juegue una mirada barrada
Podemos situar la mentira de nacho en relación a su visita al Coliseo, como posibilitador del engaño, antecedente de la fantasìa , tan necesario en la constitución de la subjetividad, tal como lo señala Lacan en el Seminario 6¨:   “Es incluso unas de las revoluciones del alma infantil, la del momento en que el niño , después de haber creìdo que todos sus pensamientos son conocidos por sus padres, se da cuenta que no es asì. De dònde la importancia del momento en que descubre que el otro puede no saber. Hay  correlaciòn entre este no saber en el Otro y la constituciòn del inconsciente. El uno es de algún modo el reverso del otro”.

Para finalizar cito a Bergman en sus Memorias: “Nuestra profesión es tan extraña esos dìas en que la realidad masacra nuestros juegos ilusorios”  En tanto analistas, nos consultan cuando algo de esto sucede, la ficciòn se quiebra y en el caso de los niños, el juego se interrumpe

Vivimos en un “parloteo”, hay palabras que pueden herir, retomando los dichos de la paciente del inicio

Hay quienes encontrarán la linterna mágica que permita como Bergman niño, armar una ficción lúdica que proteja frente a lo hiriente del Otro. En otras ocasiones, tendremos que inventarla, transferencia mediante´, como en el caso de Nacho, posibilitando que el niño al modo de un poeta, arme mediante el juego una realidad más placentera para él.

De este modo dará lugar al armado de otra escena, no sin el necesario “parloteo” de los padres, pero si por fuera de él.

 Bibliografía

- Lacan, Jacques,”Conferencia en Ginebra sobre el síntoma”, en Intervenciones y textos 2., Manantial.
- Freud Sigmund, “El poeta y los sueós diurnos”, en Obras Completas, Tomo II, Biblioteca nueva.
- de Gainza Paula, Lares Miguel, “Conversaciones con Jorge Fukelman”,, Lumen.
- Bergman Ingmar, “LInterna mágica”, Tusquets Editores.

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