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Número 8 - Septiembre 2005
Transferencia y fantasma
Mara Barrionuevo

Interrogada por las psicosis, la clínica con niños y las llamadas patologías actuales y en coincidencia con la lectura de la respuesta que da Lacan en la Apertura a la Sección Clínica...(1977)¿en la psicosis se aplican sus matemas a- S/- S1- S2...? responde ...si, categóricamente, si... Pude advertir entonces, que toda vez que se duda acerca de si hay fantasma o transferencia en los niños, en las anorexias o en las psicosis, se cae en la posición del psiquiatra, levanto el muro -es otro ser- no me siento concernido y así, quedo al resguardo, conservo mi identidad –yo soy yo-.

¿Supongo acaso un coleóptero? –-como dice Lacan en Breve discurso a los psiquiatras--- o ¿un extra-terrestre? -– mi hijo es un extra-terrestre-- o postulo no hay fantasma, no ha represión primaria, no hay falta en el Otro...—todas estas teorías de déficit seudo-analíticas--- Desde esta posición, se observan fenómenos que describo, clasifico y a los que se responde con nuevos tratamientos... tratamientos especiales...terapéuticas a medida... la lista se agiganta.

Excluirlos del lazo analítico, decir que no se puede aplicar un análisis, ¿no es acaso sostener en acto que no hay sujeto negando así toda posibilidad al despliegue de su subjetividad?. El psicoanálisis ahí participa del abuso... se actúa como si se supiera algo ... cuando la cuestión no es tener saber sino dejarlo.

Cuando pude abandonar la pretensión de saber ¿por qué un niño se lastima hasta sangrar o por qué una joven alternativamente intenta atravesar el espejo o escapar aterrada o por qué un hombre rasura sus cejas con la pretensión de salir de una pesadilla...? y empezar a leerlos como síntomas de un sujeto pude posicionarme como analizante de la experiencia -escribiendo las escenas- de las que como analista formo parte.

En la pretensión de alcanzar el saber adhería a teorías que desde el psicoanálisis consideran a estos sujetos en vías de constitución subjetiva o los etiquetan como fracasos del fantasma... Desde esta posición se instrumentan una serie de "operaciones de remiendo" como propone Colette Soler. Según donde se ubique el déficit es la respuesta: si es en lo simbólico hay que tratar al Otro y si es en lo imaginario hay que armar un cuerpo. ¿No se juega acaso acá la omnipotencia del analista haciendo consistir un Otro? Cuando hablamos de fracaso del fantasma ¿supongo acaso uno normal uno que sería el bueno, el ideal, dejando de lado que la transferencia recorrerá su camino sólo si el analista consigue desalojar en él cada meta que lo incluiría en esa masa (identificación) con su paciente.?

¿No es acaso cuando trastabilla el fantasma que puede introducirse una pregunta ante el enigma, no sin angustia, por el deseo?. ¿No es acaso en la locura donde el fantasma obtura toda pregunta?.

Es cierto que hay pacientes que no se ajustan al dispositivo analítico y requieren de nosotros algunas maniobras para crearles las condiciones para que acepten nuestra oferta que es el acto analítico. Pero sin esa oferta el análisis no tendrá lugar. Es el caso de Lucas 3 años... entra en pánico ante la presencia de cualquier otro que no sea su madre. En el consultorio se niega a abandonar los brazos de ella. En el transcurrir de las sesiones la analista luego de dar la consigna –que jugando, dibujando, relatando podía decir... – permanece en el recuadro recortado por una alfombra, explorando una caja de juego. Ante los balbuce-antes, vacilantes, intentos de Lucas por acercarse a la caja de juegos, la madre -presa de gran inquietud- interviene: ¡que muestre que sabe hacer gimnasia! el niño como un resorte responde en el acto, se pone en acción al tiempo que repite las ordenes: brazos arriba, abajo, me agacho, doy una vuelta... ¡aplauso!...¡basta! Los pedidos se suceden: que muestre que sabe los colores...que sabe los números...la respuesta del niño siempre es automática y precisa. Como la analista se siente arrasada, sin espacio, modifica el encuadre, sostiene entrevistas simultaneas en tiempos y en espacios contiguos a las entrevistas familiares –realizadas por otro analista-. El niño se desplaza de un consultorio al otro, en reiteradas oportunidades se sienta en las faldas de su madre y cuando ella habla -le sujeta el rostro con sus manos para que lo mire sólo a él y en una jerga incomprensible- hace como si le relata algo. En una sesión, uno de sus hermanos mayores sostiene a Lucas en sus brazos inmovilizándolo, la madre interviene déjalo que juegue, en ese momento, la analista ofrece un espacio sólo para Lucas, ninguno se opone. Una vez hecho signo de malestar podremos volverlo significante en la transferencia y ahí es pasible de recibir la oferta del acto analítico.

Si la mirada y la voz como objeto a determinan al sujeto del modo más escondido, es en este nivel que el sujeto encuentra el más radical obstáculo para atravesar el fantasma, porque el efecto fascinador de la mirada es siempre de detención, es mortífero. Hay entonces un quehacer propiamente psicoanalítico frente a lo que aparece con la opacidad de lo que no es representación sino presencia.

El fantasma nos permite vivir como que no nos separamos de ningún objeto. El fantasma es lo que tiñe los diversos lazos. Cada lazo porta el estilo con el se que intenta negociar con el Otro -conformarlo, apaciguarlo, acallarlo...- ahí de lo que se trata es de dar satisfacción al Otro, de hacerlo consistir en las demandas.

Si la maniobra de la transferencia en cualquier análisis apunta a desalojarlo del lugar de ser quien venga a completar al Otro –donde se ofrece-- y si el fantasma es lo que fija al sujeto al deseo del Otro -como su objeto -, el trabajo analítico tiende al desmontaje y al análisis de esa presencia fantasmática velada. No se trata acá de lo que dice sino de lo que hace. Interrogación al nivel de lo que remite a cierta relación del sujeto con algo registrado como un objeto extraño: voz o mirada, que no tienen sentido más que por ser soporte del significante o distribuidor de posiciones. Solo a partir de lo cual se pueden leer no como un mensaje venido de otro planeta sino que la lectura tenga efectos.

Cuando sostengo que no hay fantasma, cuando hablo de los fracasos del fantasma, se deja de lado al sujeto pulsional obturando la vía de interrogación en la vertiente del goce ¿qué lo mueve más allá del placer? Se obtura el interrogante de su posición de sujeto ¿cual es la respuesta de ese sujeto a la falta que nos habita?. El sujeto, amarrado por sus fantasmas, viene en la posición de objeto. Por otro lado si el fantasma es una pantalla que impide el contacto con lo real, de mantenernos en dicho plano evitamos la confrontación con el sin-sentido, con lo real que nos funda.

 

Martín médico, diagnosticado esquizofrénico paranóico, con más de 15 años de internación, me mostró a lo largo de 8 años los efecto de la presencia del analista. En los primeros encuentros no podía permanecer en el consultorio más de 5 o 10 minutos, no miraba de frente, en su postura expresaba gran incomodidad: ceño fruncido, sentado al borde de la silla frotaba sus manos. Más tarde trae sus dibujos de figuras abstractas en relación a los cuales arma sus interpretaciones -son relatos delirantes, incoherentes- Luego inició lo que llamó su trabajo con el diccionario –buscaba palabras y escribía las definiciones, su letra era ilegible con trazos temblorosos- Más tarde fueron largos relatos en prosa –su letra cambia, es cuidada, con una caligrafía perfecta--- ahora los relatos hablan de él, en ocasiones se refiere a su familia como: la carroña, que ligados a las prácticas Hinduistas, persiguen esto o aquello....a la sesión siguiente, esbozando una sonrisa, dice: ¡que delirio armé!. Por último trae poesía – lee sin comentarios- Una de ellas:

No es filosófica la lógica cuando el amor a escapado

Puedo ser aquella ilusión
Puedo ser aquella abstracción
O la idea inexistente
Puedo ser un presente
De consistencia ausente
Es mi espíritu que difiere
Es el golpe de la suerte
Que al fin del camino te pone
No es persona sino signo
Si al sentir te digo
Es figura mi motivo
Es casi digno y trasparente
Cuando oculta lo absoluto
Deja ver de mi luto
Lo del luto lo cierto
Contradice y todo diez
Marginado y yo a tu lado
No es filosófica la lógica
Cuando el amor a escapado

Jamás imaginé que pudiera tomar ese rumbo. Cada vez que mi angustia me llevaba a portar un saber detenía su búsqueda. Advertí que Martín no espera al analista en tanto intérprete de su verdad puesto que ésta se le "revela".

Cuando se apropia de la palabra, cuando hace otro registro de ella ...en lugar del pánico y de la desesperación en la que caía ante las excitaciones corporales o ante su imagen en el espejo...estas se anudan y diferencian en otro registro. "Liga de otro modo" nuevos ensamblajes que se producen sobre viejos elementos. Mostrándonos como lo señala Lacan que un ser que pueda leer su traza, eso basta pa-ra que pueda reinscribirse en otra parte que allí de donde la ha sacado.

Bibliografía

Lacan, Jacques- Apertura a la Sección Clínica en Vincennes (1977)- Texto inédito

Lacan, Jacques- Breve Discurso a los Psiquiatras. Texto inédito.

Lacan, Jacques. Intervenciones y Textos 2. Ediciones Manantial

Rodríguez Ponte, Ricardo. Psicosis- La cuestión preliminar...y otras cuestiones- Seminario dictado en la E.F.B.A

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