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Número 7 - Abril 2004
Crónica de una vida/muerte anunciada
Silvia Dimant

Un hombre solicita a través de su madre, a la Institución de asistencia social de la cual reciben ayuda en el último año, un espacio de consulta por sus tres hijos.

Dicha institución que brinda distintos servicios, destina recursos para subvencionar entrevistas y tratamientos psicoanalíticos por el término de un año, derivando a los consultantes entre otros, al Equipo del Area Clínica de Agrupo.

Así llega Oscar (47 años). Dice que si bien le preocupa Laura su hija menor, en realidad no sabe quién está peor.

Hace unos meses, su ex esposa fue a probar suerte en España porque aquí no encontraba trabajo, y desde ese momento, los chicos viven en forma permanente con él y su madre ,en el pequeño departamento de ella. Hay roces, conflictos, gritos, peleas, cuestiones de espacio.

Roxana de 19 y Andrés de 16, fueron adoptados tiempo después de la pérdida de un embarazo de 6 meses. A tres meses del nacimiento del varón, aconteció el embarazo de Laura. Como Oscar siempre se había hecho cargo de los dos mayores, día y noche, a la menor, le tocaba la mamá.

Un gesto cansino acompaña su relato, ojos celestes empequeñecidos y lentitud en sus frases.

Su aspecto físico (rubio, alto, con porte elegante) contrasta con el deterioro que se deja ver en su dentadura y las callosidades de sus manos.

Hace ocho años se separó de su mujer, a la semana de haber perdido su fábrica. Rematan su casa. Se queda sin auto. Sin escolaridad privada para sus hijos.

Vuelve a vivir con su madre.

Actualmente trabaja como operario en una fábrica improvisada en galpones que albergan máquinas que habían sido de su empresa, de las que un acreedor , Julio ,se hizo cargo, junto con la coordinación del nuevo sitio.

Su tono de voz sólo vibra cuando habla de las preocupaciones por sus hijos; de sí mismo, refiere con cierta resignación , que hace 5 años que está medicado por un psiquiatra amigo de la familia porque tuvo ataques de pánico.

Se fueron puntuando con Oscar ciertas recurrencias que intentaban señalar alguna implicación de su parte: dice de sus hijos, lo que dice de sí.

"Laura es amargada", él admite que tampoco es la alegría; "a ella le cuesta tomar decisiones", él se lamenta de su dificultad para tomarla; "a Roxana le falta carácter", dice de sí: "como siempre me impuse a medias".

Oscar demanda a través de sus hijos mediatizado por su madre. Demanda que, sostenida en el ejercicio de su función paterna, da cuenta del lugar que para él ocupa ser padre. Su vida ha girado en torno a éso. Más allá dice, no hay nada.

Se va desplegando una serie significante: fábrica fantasma, no figurar en ningun lado ,escondernos bajo tierra, no existir, desaparecer.

Interrogado por su sobrenombre que enuncia al pasar, Chiqui, éste alude a Benjamín, nombre del abuelo materno fallecido a los 42 años. Su padre murió a los 48 años, edad que va a cumplir dentro de 4 meses. Siempre pensó que no iba a vivir más que hasta esa edad, ya me falta poco, dice.

Ante la intervención: -" Hay muertos que parecen vivos ,y vivos que parecen muertos", por primera vez , abre grande los ojos y me mira.

Efecto de interpretación mediante,ubica su demanda en otro espacio subjetivo. Le permite traer otro muerto: el hermano de la madre que murió a los 50 años ( soltero) y, hacer el conteo de los hombres vinculados a ella fallecidos prematuramente.

Se reformula la demanda: si bien había venido por los hijos, podría continuar viniendo por él?

A la sesión siguiente, no asiste. Decido llamarlo, no sin haberlo dudado antes.

Entregado pasivamente a un destino, mi llamado intentó una apuesta. Acotar ese goce sobre la pura pérdida.

Se muestra muy sorprendido por su olvido, no entiende cómo le sucedió.

El, que siempre estuvo ahí desde que murió su padre, puso el pecho, afrontó, dió la cara, cree que hizo todo lo que tenía que hacer.

Ahora, es un avestruz, dice.

Trabaja duro, en condiciones adversas, en la laminadora a temperaturas insoportables, también organiza la producción. A cambio sólo recibe una magra paga semanal.

Los papeles que podrían documentar la pertenencia de las máquinas, así como las ganancias, están dispersos, desordenados y en manos de Julio. Oscar no los reclama.

Por no enfrentar, por comodidad, o por cobardía, dice.

Por qué tengo que hacer éso?, si tengo que decir lo que necesito, si tengo que pedir.... no me sirve.

"Bueno, ... usted cree que todos van a funcionar como su mamá?!",intervengo.

Posición en relación al Otro:

Muñeca rota

A la madre de Oscar se le fracturó la muñeca, razón por la que él debe realizar los quehaceres domésticos cuando regresa a la casa. Hace tiempo que venía preguntándose por qué le delegaba esas tareas a ella. Ahora, sólo le queda hacerlo.

Su mamá no se queda quieta, en cambio él ,consideró en varias oportunidades ,su estado como efecto muñeca :" querer cerrar los ojos. Si está parado tiene los ojos abiertos, si se acuesta, los cierra."

La madre, aunque enviudó joven, nunca volvió a tener pareja. Primero el trabajo y los hijos, luego los nietos. Siempre, algún muñeco entre manos.

Ttrabajo con el síntoma:

Esto es una ambulancia o voy a "Tablada"?,

Pregunta camino al hospital.

Tuvo un desmayo luego de viejas y conocidas sensaciones: cara colorada, temblor en las piernas, se le partía la cabeza. Ataque de pánico, lo define: calor enorme que quema, termina en el estómago, como hervir, explotar por dentro.

A: -"Hervir, quemar, explotar..."

O:"Yo no soy de reaccionar. Me queda adentro y no sale."

Primer episodio: habiendo perdido la fábrica, estaba pasando papeles en la oficina del primo. Nada que le importara menos. Su vida era la fábrica.

El episodio más reciente,se produce como siempre, repentinamente, por sorpresa ,desprovisto para él, de toda vinculación subjetiva . Coagulado en la denominación del psiquiatra, lo asocia al desgarro de su sistema nervioso, convalidado por la opinión médica.

Surgen quejas sobre Julio,reclamos que Oscar no efectuaba...

A:-El que no llora, no mama," explota por dentro"..

Parece conmoverse el lugar de muñeca ofrecida a la demanda del Otro. Oscar comienza a envíar faxes reclamando los papeles que por fin luego de un tiempo, logra conseguir: " para saber en qué posición estoy, qué tengo derecho a reclamar" ,dice.

Formación del inconciente:

Un sueño

Me advierte que le da pudor contarlo:

"Estaba en un programa de entretenimientos. Disponía de 5 pelotitas que podía arrojar a 4 chicas ligeras en ropas, o a libros. Si las tiraba a las chicas, podía hacer uso del lugar donde cayeran.

Los libros eran una mezcla de la Biblia y el Corán.

Me puede decir por qué se las tiré a los libros?,pregunta.

El sueño lo cuestiona en su posición en el deseo.

El mismo Sujeto que puede decir: "como lo que me dan, jamás como más de lo que me sirvieron en el plato" y que cuando está con su novia ( sin trabajo), y tienen que saltear alguna comida por falta de dinero, cuenta con resignación, " no comemos, no comemos", se interroga en análisis : por qué no me puedo permitir el placer."?

Síntoma bajo transferencia

Según dice, "ataque de pánico", pero esta vez en sesión.

"Debo querer mostrárselo", bromea, pálido, mareado, dice no ver bien, le da vuelta todo, apoya la cabeza en el escritorio,se toca el pecho como si le doliera.

" Ya hice todo lo que tenía que hacer. Demostré que la fábrica sirve. ( Producen más,por sustitución de exportaciones).Mis hijos son mayores de la edad que yo tenía cuando perdí a mi padre. Se van a arreglar sin mí. Quiero morirme. Aunque, no soy capaz de matarme".

A: -"Como en su sueño, una cosa es hacer qué dicen los libros, y otra, es hacer lo que lo caliente.."

Entregado al destino, durante largo tiempo, Oscar parecía haber renunciado a su deseo, ignorándolo.

" Es más fácil darlo por perdido, dice, estamos en Argentina. Quién puede decir cuánto tiempo va a durar. Hoy se fabrica, mañana no".

El sueño ,con su pregunta, introduce una vacilación en el equilibrio fantasmático melancolizado, que le resulta " más fácil ", y a ello, responde con un síntoma.

Prefiere cobijarse en la impotencia, y no tomar el riesgo de la posibilidad ,amenazada ,siempre, por la castración.

Cómo seguir su historia ,si no es para Otro? .Si lo que constituye "lo vivo " es el encuentro sin cesar con el objeto perdido, cómo continuar con este sujeto que por el contrario, no lo termina de perder,y puede posicionarse él mismo como la pérdida en juego?.

 

Oscar, encarna un Sujeto que , como tantos otros ,ha sido objeto de la exclusión social,

de pérdidas como consecuencia de la política neoliberal que venimos padeciendo dentro y fuera del país. Sin embargo, a partir del trabajo de análisis,se pudo ir develando su propia posición de mortificación neurótica.

De víctima del sistema económico , a víctima de su propio destino , porque a diferencia de los discursos del Otro social,que consideran al "excluido" como la encarnación de la Falta(colectiva)(1), descalificándolo como sujeto, el Psicoanálisis,apuesta a él, a la construcción de una falta propia ,y en consecuencia a la dimensión del Sujeto de Deseo.

Silvia Dimant
Junio 2003

Notas

(1) Paul-Laurent Assoun-El perjuicio y el ideal

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