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Número 10 - Noviembre 2008
Síntoma y sublimación: Juanito y Leonardo
Carola Oñate Muñoz

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La fobia como encrucijada indica que hay una "x" que no ha sido identificada aún, donde hay un fuera de proporción.

Esto nos enseña Juanito con su crisis a partir de la hiancia abierta en la relación entre él y la madre. Hay un punto allí donde falta una cuenta. La cuenta de la falta en el Otro. En este sentido decimos que la neurosis es una pregunta.

MATEMATIZAR, ALGEBRATIZAR LO REAL

Lacan en los últimos capítulos del Seminario "Las Relaciones de Objeto" va a llegar a lo que llama la "matematización", logicización es decir, las formulaciones de lo que es el punto de partida de la crisis en Juanito y el punto de llegada adonde arriba en la resolución de la misma.

Se trata de ecuaciones. Entre el extremo de una formulación y el extremo de la otra, hay toda una transformación que implicó una serie de etapas. Implicó fantasma tras fantasma el desarrollo mítico, es decir, un discurso que tuvo al síntoma como agente.

Lacan nos advierte que no es conveniente ser demasiado sistemático en esta tarea de ubicar referencias fijas, esto es, no pretender que se ajuste punto a punto nuestra formulación de los términos y de las relaciones entre los términos. Porque a la lógica a la que arribamos es a la lógica del inconsciente. Lógica de goma que equiparamos a la topología. Lo que puede suceder a nivel inconsciente, en el registro de la lógica formal consciente-preconsciente, no puede suceder.

Esta misma lógica de goma fue la que le permitió a Juanito hacer aparecer al padre en ese tren en el que había partido primero con la abuela. Una imposibilidad determinada por la realidad de cómo estaban emplazadas las vías del tren se lo impedía. Solo en su imaginario pudo tener lugar esa torsión, proceso inconsciente mediante.

Ahora, hablar de lógica de goma no quiere decir que todo sea posible. Hay restricciones. Son exigibles cierto número de definiciones, términos y relaciones a establecer.

Y es en esa tarea que Juanito se ha embarcado.

"Por culpa del caballo pillé la tontería"

El caballo como término significante aparece en la frase en el lugar de causa que engancha al síntoma, angustia a Juanito y lo hace hablar.

La estructura de la fobia es solidaria de la estructura significante, o dicho de otro modo, de la estructura paradojal del deseo.

El objeto fobígeno marca la entrada, el apresamiento del ser del sujeto en la grilla del deseo. Se trata del propio juego del significante con sus leyes que se apodera del sujeto. Se hace con él como objeto a partir del fantasma de devoración.

El caballo como imagen significante con su "mordedura" articula una amenaza de castración.

¿Cómo es que Juanito ha podido pasar de ser dominado a dominar al caballo?

Imaginando que su hermana se sube arriba de un cordero, luego que maneja las riendas del caballo y finalmente lo domina. Identificándose con su hermana domina ese significante de la fobia que lo amenaza. Esa potencia real y animal que está en juego y que el caballo encarna debido a la imposibilidad por parte del padre de poder hacerlo.

Hablamos de suplencia.

Henos aquí ante la fórmula que indica al caballo como término significante respecto del cual ubicamos lo que cae bajo la barra de la represión en su dimensión imaginaria. A saber: los objetos de deseo del Deseo de la Madre que han quedado así reducidos, reunidos e identificados.

Ese caballo potente y temido por Juanito queda reducido a un manso cordero por el que "se hacía derribar" y con el que jugará.

Juanito "haciéndose" una idea (I) de lo real, de esa "x" de lo que la madre desea obtiene la salida del complejo de edipo, su más allá –donde la madre del padre quedará ubicada- y resolución de la fobia.

LEONARDO Y EL CUADRO DE UN RECUERDO INFANTIL

Sabemos del amor de Freud por la cultura Renacentista, especialmente la Italiana. Es entendible que Freud quedara fascinado por el personaje de Leonardo da Vinci. Hombre de gran talento, ingenio e inquietud, quien incursionó en distintos campos tanto científicos como del arte.

Estaba el Leonardo anatomista, el músico que estudiaba el aparato fonador a los efectos de construir nuevos instrumentos. El Leonardo arquitecto, el mecánico, el ingeniero, el escultor, el pintor.

Genio y figura. Leonardo desafiando al dicho, fue profeta en su tierra y pasa a la historia en su misma actualidad (fines del 1400 principios del 1500).

Sin embargo Galileo, contemporáneo a él, no tuvo la misma suerte.

Galileo, nuestro Freud para la historia de las ciencias, fue el que descentró a la tierra de su lugar otorgándole estatuto nada menos que de satélite, uno más entre millones de ellos. Mientras la tierra deja su lugar central al sol, Galileo se agencia de la reprobación al poner en jaque al paradigma de la época sostenido en la Iglesia.

Algo así como cuando Freud al encontrarse con el descubrimiento del inconsciente, subvierte el orden establecido por el positivismo del momento, el cual había entronizado a la razón a partir del cogito cartesiano.

La fama de Leonardo no solo se debió a su amor al saber y la investigación. Un halo de misterio envolvió su persona convirtiéndolo en un personaje idealizado.

Quedan relevados dos aspectos de su vida: la abstinencia sexual y su escritura inversa.

Decían que Leonardo era homosexual, pero en tal caso se trató de una homosexualidad ideal.

Si bien parecía que su elección de objeto eran los jóvenes, no se le conoció relación amorosa importante. Mas bien se proponía como padre para sus discípulos haciéndolos entrar al refinado circuito del arte al cual tuvo acceso gracias a su mecenas Ludovico Sforza.

No solo se supo de su abstinencia sexual sino también de su repugnancia por el sexo y el cuerpo desnudo del hombre.

Como contrapunto tenemos esa potencia creadora y avasallante que tanto llamó la atención a Freud.

Leonardo llevaba un diario. Los famosos "códices" que constaban de las anotaciones aparecidas en los márgenes de los bosquejos y dibujos, entre otros, sobre la mecánica de las poleas o los modelos de las "máquinas para volar".

Estas notas estaban escritas al revés. Se trataba de una escritura inversa, en espejo.

Toda la idealización que convierte a Leonardo en personaje de leyenda, Freud la va a deducir de la relación con la madre.

 

UN RECUERDO DE INFANCIA.

"Me parece que estoy destinado a ocuparme del buitre. Uno de mis primeros recuerdos infantiles es que estando aún en la cuna, vino a mí un buitre, me abrió la boca con la cola y me golpeó varias veces con ella entre los labios".

Leonardo fue criado por una madrastra joven y por un padre que más que padre era un abuelo. Su madre era una campesina que trabajaba para el padre. Los primeros años de su vida Leonardo no fue reconocido por el padre y vive solo con su madre. A los cuatro años como la madre que era muy humilde y no podía mantenerlo, y la madrastra no podía tener hijos, el padre lo reclama. Recién allí pasa a vivir con su padre y la madrastra.

Para Freud este recuerdo es un recuerdo pantalla que alude a la relación primera con su madre a la que no vuelve a ver. Leonardo fue criado a partir de la figura de estas dos mujeres. Toda su obra va a estar atravesada por ese buitre o milano y por esta constelación. De aquí el interés que va a tener el cuadro de "Santa Ana, la Virgen y el Niño".

La vinculación del niño con una madre que a su vez está vinculada en el plano imaginario con el falo como falta, es la relación que Freud introduce con el nombre de "Narcisismo". Esta ESTRUCTURA ORIGINAL está destinada a instituir determinada relación estable entre los sexos fundada de acuerdo con una relación simbólica.

Esta es la vía encontrada por Freud para acceder al misterio de la posición de Leonardo da Vinci. Es la primer obra nos dice Lacan, donde Freud menciona el término de Narcisismo. Se trata del inicio de la estructuración del registro de lo imaginario en la obra freudiana. Otro término que con insistencia aunque no por primera vez Freud introduce es el de: SUBLIMACION.

Si bien Freud considera que la sed de saber en Leonardo y su compulsión a curiosear responden a rasgos neuróticos, para Lacan no toda la personalidad del artista se puede explicar por la neurosis. Y como uno de los resultados esenciales de lo que queda de la tendencia infantil exaltada, incluso fijada es lo que Freud nombra como sublimación.

Está claro que Leonardo hizo hallazgos sorprendentes y que sus dibujos sobre cinemática, dinámica, mecánica, manifiestan una percepción extraordinariamente pertinente y adelantada en su tiempo. Pero en todas esas materias ya habían trabajos muy avanzados respecto de la matematización.

La ley de gravedad estorbó durante años con su evidencia experiencial a la mente humana hasta llegar a su formulación correcta de la mano de Newton.

Encontramos en Leonardo anotaciones como esta: "Un cuerpo cae más deprisa cuanto más pesado es".

Sabemos, Newton mediante, que aunque la experiencia común parezca imponerlo como evidencia, es un teorema falso.

Los originales dibujos de esa obra de ingeniero que encontramos en Leonardo, aportan una admirable inventiva y creatividad pero tienen al elemento intuitivo en su base vinculado al predominio dado al principio de la experiencia antes que al cálculo. No es poca cosa.

La teoría del plano inclinado solo quedará resuelta con Galileo, y con esa revolución –según términos de Koyré- que constituye la "matematización de lo real."

Se trata de un método tal que pone a la experiencia a prueba con los planteamientos del problema que parten de lo imposible. Es decir, que hay que separar de una pretendida intuición de lo real, la formulación de las fórmulas sometidas a la hipótesis. Esto implica la necesaria renuncia a la evidencia, para llegar a una fórmula que no puede satisfacerse en ninguna parte porque las condiciones de experiencia siempre serán impuras para realizarla.

Hay la falta.

Aquí reside todo el interés de una historia de las ciencias.

LEONARDO Y LA SUMISION A LA NATURALEZA

"La sirvo. No dejo de servirla"

El término naturaleza desempeña otro papel fundamental en su obra. La naturaleza es para él algo cuya presencia se ha de captar. Es el elemento primordial. Es un otro al que hay que oponerse, según lo registrado en sus notas, cuyos signos se trata de descifrar "haciéndose su doble".

Desde esta perspectiva interroga él a esa naturaleza para llegar a una confusión de lo imaginario con una especie de otro que no es el Otro radical que conocemos como el sitio, el lugar del inconsciente.

Leonardo insiste en decir que no hay voz en la naturaleza, hasta tratar de demostrar que no puede haber nadie que le responda.

Leonardo interroga a la naturaleza como a otro que al mismo tiempo no es un sujeto: "La naturaleza está llena de infinitas razones que nunca han estado en la experiencia"

Su posición entonces respecto a la naturaleza es la de la relación con otro que no es un sujeto pero del que hay que detectar su signo, su historia, su articulación y su palabra porque se trata de captar su "poder creador." Ya que este otro transforma el carácter radical de la alteridad del Otro absoluto en algo accesible mediante una determinada identificación imaginaria.

Es en el cuadro de "Santa Ana, la Virgen y el Niño" donde Freud descubre esa confusión de los cuerpos por la que Santa Ana se superpone a la Virgen en una especie de doble. El niño, en el dibujo llamado de "Londres", emerge del brazo de la madre como si fuera una prolongación del mismo en forma de marioneta.

Una relación de espejismo. Esto se llama sublimación, solidaria de una paternidad de ensueño y de una inhibición sexual. De aquí se deriva la intuición y la creatividad genial.

Sus notas en espejo revelan el diálogo consigo mismo llamándose a sí mismo, "Tú":

"Harás esto, le preguntarás a tal el secreto de la pintura seca, irás a buscar dos pizcas de lavanda o de romero a la tienda..."

Encontramos a alguien que se dirige y se da órdenes a sí mismo a partir de su otro imaginario.

Lacan nos dice que la relación de identificación del yo con el otro que se inauguró en Leonardo, es esencial para comprender cómo se constituyen las identificaciones a partir de las cuales progresa el yo del sujeto. Y más aún, es correlativo a toda sublimación un proceso de desubjetivación o de naturalización del Otro, en el cual vemos producirse en el plano imaginario una inversión –según la menor o mayor perfección de la sublimación- de las relaciones entre el yo y el otro.

JUANITO Y LEONARDO: LA SUBLIMACION

Luego de que Freud haya trazado para el niño la avenida principal del mito colectivo y profetice algo así como: "Por el amor a tu madre es que odiarás a tu padre", Juanito contrasta su realidad con aquella y en un instante privilegiado de tensión agresiva increpa al padre con un: "Has de estar celoso. Ha de ser verdad". Identifica así la carencia del padre respecto de la falta en la madre. Paso necesario pero no suficiente.

Juanito instigado por su síntoma busca una solución. En este sentido la creación mítica responde a una pregunta.

Y porque Juanito no es un amante de la naturaleza sino un metafísico, es que sitúa la pregunta precisamente donde está, es decir donde algo falta. Pregunta dónde está la razón en el sentido de razón matemática o proporción de esa falta de ser (el falo). Así recorrerá como en el mito colectivo todas las soluciones posibles con una batería de significantes escogidos de lo su experiencia le proporciona. Así lo vemos en el mito del fontanero. Vemos dibujarse el modo de suplencia que le permitirá superar la situación primitiva con la madre dominada por la pura amenaza de devoración. Es lo "amovible" el término que articula una solución respecto de la amenaza de castración materna haciendo posible "destornillar" dicha omnipotencia. En este nivel de operatoria advertimos la introducción del significante como instrumento.

Una vez que se desmantela a la madre, llama al padre a desempeñar el papel del perforador animado por la pregunta: ¿Cuál es la función del padre respecto de la falta en la madre?

El mito último, el del instalador que le cambia el trasero a Juanito pero sin ponerle un pene mayor, debemos admitir que allí no hay suplencia y que finalmente el niño no pasa por el complejo de castración paterno. Su órgano viril no logró quedar amenazado en manos del padre.

El Dios celoso no acude a la cita, dejándolo sin la evidencia de la experiencia necesaria, sin el signo que de cuenta de lo real del deseo del padre y cuyo símbolo pudiera extraer.

Juanito mal puede por la vía del don paterno recobrar lo que no ha perdido.

No hay ninguna fase de simbolización del pene. El pene queda al margen desengranado como algo que ha sido rechazado y despreciado por su madre.

Juanito a partir del último fantasma cambia, se convierte en otro Juanito, toma el lugar del padre pero al modo de un objeto fetiche denotando una heterosexualidad como orientación sexual pero marcada por una relación pasivizada ante las mujeres. Las amará pero les temerá.

Si Juanito se instala en la existencia es porque tiene alguna idea de su ideal, porque él es el ideal de la madre, a saber, un sustituto del falo. Así accede a una paternidad imaginaria. Será capaz de engendrar en su imaginación y de satisfacerse con sus creaciones. Al igual que su madre vive en su imaginación.

Si hay algo que nos hace rectificar el acento dado a la fórmula de esta historia, si hay algún estigma de lo inacabado tanto de la solución dada por la fobia como por el análisis, está dado en el encuentro de Juanito con Freud acaecido tantos años después.

Sabemos que cuando Freud lo interroga acerca de "aquella crisis" y de su análisis su respuesta fue que no recordaba nada de todo aquello.

Mientras para Freud esa amnesia es testimonio de la represión finalmente acontecida, Lacan encuentra el signo de una ALIENACION ESENCIAL denotada antes que por un "olvidó" por un "se" olvidó. Se olvidó como posibilidad por la que el ser se olvida a sí mismo como objeto imaginario del otro, esto es, se olvida en el yo ideal.

Alienación esencial, Sublimación, gracias a la cual operaron los distintos rodeos del significante que hicieron posible el desvanecimiento de la fobia en él.

La neurosis es una pregunta. Pero cuando la naturaleza por alguna razón ignota no nos ofrece algún indicio en la experiencia de su poder creador a los efectos de poder extraer de lo real lo simbólico necesario para la asunción tanto del propio sexo como de la existencia como sujetos, la sublimación se presenta como salida.

Lo amovible, ¿no es acaso lo que vemos emerger en ese invento de la "placa giratoria " en el oficio de "regiseur" que Juanito hecho ya un hombre alguna vez inauguró?

Montaje y desmontaje de escenarios. Así es como la placa giratoria instrumenta lo amovible.

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