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Número 10 - Noviembre 2008
Tres Ensayos:
El trazo freudiano en la transmisión
Norma Manavella

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-¡Qué enojado el viejo ése. Mirá como mira! ¿Quién es, tu papá o tu abuelo?

Así dijo un niño de 6 años al entrar a mi consultorio y ver un retrato de Freud

- ¿Tu papá o tu abuelo? Parece tu abuelo pero debe ser tu papá porque vos también, sos un poco vieja.

¿Tu papá o tu abuelo? Me quedé pensando en esta curiosa pregunta.

Recordé entonces mi viaje a Londres, la apretada lista de lugares a visitar en ese día frío de enero. Encabezaba la misma el Museo Sigmund Freud. Allí llegué puntual a 1ra hora para poder visitar cuanto me había propuesto, la lista era ambiciosa.

Perdí noción del tiempo y cuando ya cerraba el museo me avisaron que debía retirarme. Habían pasado muchas horas. Era de noche nada de mi agenda estaría abierto aún. Fue un encuentro con Freud que relativizo cuanto habia programado para ese día.

La cita fue con Freud.

Recorrer su casa, las habitaciones, su estudio, imaginar a Freud llegar a Londres huyendo del nazismo. Sus fotos, su mascota , el manuscrito de Moisés y la Religión Monoteísta escritos con su ya avanzado cáncer de laringe. Manuscritos de la Escisión del Yo en los Procesos de Defensa. La casa, la pasión en su trabajo, la vida cotidiana, la muerte.

De allí parti con esa lámina sepia del retrato de Freud. Desde entonces me acompaña cotidianamente en el consultorio. La de mi papá o mi abuelo.

También recordé mi viaje a Viena (setiembre 1997). Al llegar, más allá de la suntuosidad imperial que la caracteriza, la Ring Strasse, etc me encontré buscando los cafés, los parques, los lugares por donde seguramente habría caminado Freud. Ese día la cita era en la Bergasse 19!!

Tantos años, tan esperado. Me cercioré exhaustivamente en la guía Michelen el horario de apertura y cierre (16 a 20Hs). Esa mañana partimos al Shonbrunn (¿recuerdan el Zoológico de Juanito?), bellísimo el palacio imperial, los jardines,etc. De pronto (13,30 hs) me invadió una intensa angustia, debía irme: "me espera Freud, ya ya quiero estar allá."

Desde la salida del metro a la Bergasse 19 volaba. Entrar, la escalera, el timbre ... era temprano aún. Entrar. Allí me informan "ese día el museo cerraría antes (18hs) por una Jornada de la Internacional" Por esa razón posibilitaban entrar antes(14 hs) . Si la angustia no me hacía señal anticipatoria perdía ese encuentro imperdible para mí. La sala de espera, el diván, los manuscritos, las fotos, el aire.

Recuerdo una foto de Hitler frente al parlamento. La multitud aclamándolo. Abajo la letra Freudiana en un fragmento de una carta: "que daría por poder decir Heil Hitler y permanecer en mi amada Viena, pero me lo impiden las tripas" La quema de sus obras. Ana Freud detenida por la Gestapo con la amenaza de lo que pudiera pasarle a su padre si no salía de Viena. Freud y Lou Andrea Salomé, Freud ya muy anciano llegando a Londres, Marie Bonaparte. Las reuniones de los miércoles, los manuscritos de la Interpretación de los Sueños.

1905 Primera Publicación de Tres ensayos

Sali de allí con la conmoción del encuentro. Llevaba conmigo fichas, bibliografía, trípticos para la gente del hospital. También una hermosa lámina en blanco y negro de Freud, para mi hija. Este Freud era de Viena. Su amada Viena.

Camino a Salzburgo un cartel de la ruta marcaba Gmunden. Desde allí crei ver a Juanito jugando con sus amigos, espiando a las niñas. Olga y Berta, "sus niñas", intentando ver su hace pipi. Fritzl y su dedo lastimado. La jirafa arrugada, el carro del mudancero, los caballos.

Esa noche en una salida social una turista española, me comenta angustiada algunas cuestiones de su hija. Era Viena, era un paseo, sonaban los valses, contorneábamos la Ópera, el Parlamento. Recordé a Catalina hablando con Freud en la montaña. Pensé en nosotros analistas trabajando en los hospitales. Esos bordes, que hacen escritura.

Mi llegada a Freud fue, privilegiadamente, a través de mi análisis) por Tres ensayos. Texto que, a mi entender es, con la Interpretación de los Sueños llave de apertura a la ética Freudiana. Etica del Inconciente.

Haciendo la Residencia de Pediatría en el Hospital de Niños R Gutierrez, con un grupo de compañeros armamos un grupo para estudiar Freud. Texto: Tres ensayos. Nuestro posición médica anclada en la ciencia torturaba a nuestro maestro. Cada minuto interrogábamos, todo queríamos explicar fisipatológicamente."Esperen, de ésto no saben" Trasmisión es trasmisión de la castración, requiere suspender el saber.

Debo confesar que lo que más me atrae de Lacan es su posición como lector de Freud. Siempre que elegí con quien estudiar, supervisar, etc fue en tranferencia. Ubicaba la pasión freudiana de quien " enseñaba", claro que cuando de esa pasión se trata, remite al estilo. Está en juego el objeto; es de la trasmisión. Leemos la posición enunciativa.

Algunas pinceladas de la clínica

Recuerdo un niño de 8 años que se internó en el hospital de Niños con síntomas compatibles de un tumor de médula espinal. Tenía nivel sensitivo, motor, hiperreflexia,etc . Realizamos la IC neurológica , hicimos una punción lumbar,etc. Todo normal . Empezó a poder hablar. Me encontré pensando: la histeria sabe anatomía?

Pensé en Freud. Su paso por la Salpetrier. " Sigmund se inclinó hacia delante, hechizado. Charcot concluyó " nos hallamos aquí incuestionablemente en presencia de una de esas lesiones no orgánicas, invisibles que escapan a nuestros medios de investigación anatómicos y que por falta de un término mejor designamos como funcionales" (Pasiones del Espiritu – Irving Stone- pag 185)

Agustina (5ª) "hace caballito". Hace o juega?. Se queda dormida en el baño haciendo caballito. Jugando en el patio de un Mac Donald, de pronto empieza a hacer caballito sobre el pie del gran Sr Mc Donald cuya estatua reposaba en uno de los bancos del parque. Cesó el juego . Allí ya no hay juego.

Masturbación Infantil.

Freud señala como carácter más notable de esta actividad sexual el hecho de que el instinto no se orienta hacia otra persona. Encuentra su satisfacción en el propio cuerpo. Es autoerótico (término que toma de Havelock Ellis)

La actividad sexual se apoya primitivamente en una de las funciones puestas al servicio de la conservación de la vida, pero luego se hace independiente de ella.

En el acto de succión, 1ra experiencia de satisfacción. Realización alucinatoria de deseo, observamos tres caracteres esenciales de una manifestación sexual infantil:

- Se apoya en una función fisilógica (no conoce objeto sexual)

- Es autoerótica

- Su fin sexual se halla bajo el dominio de la zona erógena

Al respecto relataré una experiencia clínica freudiana imborrable para mí. Sucedió en el Hospital Evita de Lanús. Fuimos consultados por el Servicio de Pediatría, donde se hallaba internada una niñita de 1 año severamente desnutrida. Se alimentaba por suero, no succionaba, no lloraba. Luego de una internación prolongada ya no quedaban venas para ponerle el suero, excepto en su manito derecha. Los pediatras habían respetado siempre "esa mano" porque la niña succionaba compulsivamente de ella. Sólo quedaba ésa. Qué hacían. Sugerimos que le pongan el suero allí. (no sin angustia, nuestra )

La niña lloró, tuvo hambre y empezó a alimentarse por vía oral. Ya no hubo más realización alucinatoria de deseo en esa succión compulsiva de la zona erógena. Hubo hambre. Hubo demanda al Otro.

Experiencia freudiana, trasmisión en acto.

Sexualidad en dos tiempos escindidos por la latencia, así conceptualiza Freud en Tres Ensayos. Disposición sublimatoria, silenciamiento pulsional, conexión con la eficacia del aprendizaje. A veces me encuentro interrogándo a Freud allí donde la latencia brilla por su ausencia, en una escalada pulsional que lejos de silenciarse nos ensordece en su estrépito.

Mi neurótica me engaña? Así escribe Freud a Fliess en 1920, interroga su an

damiaje teórico, saber construído a lo largo de tantos años. Freud de Más allá del Principio del Placer. Aloja la RTN y la interroga con la honestidad Freudiana que hace a la trasmisión. Trasmisión de la falta, trasmisión de la Castración.

En oportunidad de atender en el hospital a una niña violada, con el recorrido de trabajo analítico que ello implicó, me encontré pensando en Freud. Acaso podría Freud escribirle a Fliess: mi neurótica me engaña? (Lo trabajaremos detenidamente en el seminario con Claudia Foks - Clase 11/10)

Freud y la escritura. Efecto de trasmisión en tanto lectores de la letra Freudiana. Luego de cada paciente, Freud escribía. Tranferencia y escritura. Escritura y legado.

A mí me emociona además, lo estético de su escritura, subrayable especialmente en algunos de sus textos: Palabras a la Muerte de Charcot, Lo perecedero, Consideraciones sobre la Guerra y la Muerte, Un trastorno de la Memoria en la Acrópolis donde Freud escribe ése "Ir Más allá del Padre"

"-¿Tu papá o tu abuelo?"

Les pregunto a ustedes "¿nuestro padre o nuestro abuelo?"

Cada uno recorrerá sus caminos. Ésos que, como dice el poeta "hacen camino al andar".

¿Mi papá o mi abuelo?

Un nombre, una escritura, un trazo, una marca: Sigmund Freud.

Notas

* Texto leido en .as XIº Jornadas TRAZO (Espacio de Trasmisión Psicoanálisis de Psicoanálisis con Niños y Adolescentes - 1/10/05 ).

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